sábado, 3 de octubre de 2015

Potentes tormentas en Barcelona, Madrugada 3 octubre 2015

Aunque los mapas reflejaban una situación muy interesante, sobre todo para la costa N de Tarragona, no esperaba lo que sucedió más al Norte. Poco después de las 3 de la madrugada comenzaban a detectarse los primeros rayos al Sur de la ciudad de Tarragona. La precipitación no parecía gran cosa pero a partir de ese momento fue ganando intensidad y avanzando hacia el Norte. No parecía que fuesen muy rápido y por el momento descargaban entre Tarragona y el Garraf. Ya eran casi las 4 y vi el primer destello desde Alella hacia el Sur. Si la tormenta entraba por Barcelona estaba en buen sitio pero si lo hacía por el Vallés la perdería. Había muchas nubes bajas que entraban desde el mar y la interpretación que hice es que la sierra Litoral haría de palanca de toda esa humedad y explotaría en el Valles. Aun así no lo tenía claro pero a causa de un par de chubascos rápidos pero muy intensos decidí moverme hacia el Sur a un punto con la posibilidad de acceder a otro mirador con mejores vistas a Barcelona y Badalona o de seguir por la autopista hasta Sabadell o Mollet del V.  A partir de aquí fue un error tras otro. A penas había recorrido 1km cuando veo rayos bastante cerca, en el mar. El radar aun no mostraba nada y además no quería perder tiempo en llegar al segundo mirador. Cuando lo conseguí, las descargas eran impresionantes. Coloqué una cámara consciente de que tenía muy cerca la precipitación y me metí al coche. El radar confirmaba mis peores sospechas. Una tormenta se había formado frente a la costa de la ciudad de Barcelona y se extendía muy rápido hacia el Norte. Debí haberme quedado en el primer sitio y al menos hubiera pillado media docena de buenos rayos. Pero eso no era lo malo. Podía esperar que la cámara que tenía apuntando hacia el mar me diese algún resultado cuando un rayo enorme cayó a unos 5km. El trueno fue algo salvaje. La situación era muy peligrosa y recogí la cámara.
Parecía que la precipitación se desplazaba por la costa en dirección N-NE. Intenté buscar un sitio mejor en algún acceso a la playa que me permitiera salir con las cámaras rápido en cuanto pasase de diluviar. Al final estuve en el aparcamiento de debajo de la rotonda de El Masnou - C32 y lo único que podía hacer era grabar video dentro del coche. La cantidad de rayos a tierra y la proximidad era espectacular, pero es que también tenían una potencia superior a lo normal. Los truenos sonaban diferente, como si tuviesen un toque metálico. Eran ya las 4:30h y aun no tenía nada.
Cuando por fin la precipitación dio un respiro me acerqué a la desembocadura del Besos. Otro error más, pero en ese momento no lo podía saber. Yo quería tener buenas vistas a la costa del Maresme. Al llegar, poco antes de las 5, aún llovía un poco pero iba a menos. La tormenta estaba ya en colapso sobre el mar y no se veían los rayos, sólo destellos. La otra, la que subía desde Tarragona, estaba mucho más activa sobre la zona del puerto, pero también en su mayoría eran destellos y algún rayo lejano. Además seguían cayendo gotas que el viento empujaba desde la tormenta. Intenté capturar alguna cosa pero no es que sea nada espectacular.

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Hacia el Norte se había formado otra muy lejana y también soltaba algún rayo potente de vez en cuando, pero no era lo que esperaba.

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Entre que intentaba captura algo hacia un lado y hacia otro se me hicieron las 6. Y cuando empezaba a plantearme recoger cayeron 3 o 4 descargas enormes sobre la ciudad de Barcelona. El trueno fue salvaje. Corriendo puse una cámara a esa zona, luego la otra, la de video... Tuve que cerrar el diafragma hasta f:9 porque se quemaban. Volvían a ser rayos extremadamente potentes y los tenía a unos 10km. Demasiado cerca y más sabiendo que estaba en la trayectoria de la tormenta. La falta de resultados durante la noche me hizo arriesgar más de lo normal. Las cámaras estaban en un montículo de césped a 70m del coche y el tema se puso muy tenso. Había pillado alguna cosa a 17mm APSC y casi no entraba en el encuadre.

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No sabía si recoger o seguir. Y seguí. Dejé las cámaras en la calle y me metí al coche. De camino, a mi espalda, cayó otro bestial y el susto que me llevé también lo fue. Estaba al lado del coche y no sabía si volver a por las cámaras. Y en ese momento comenzaron a caer unas gotas gordísimas y casi al instante a diluviar. No podía dejar las cámaras mojándose y fui a por ellas. Los trípodes allí se quedaron bajo la lluvia. Nuevamente volviendo al coche cayó otro a mi espalda potentísimo. Fueron 30 segundos entre recoger las cámaras y meterme al coche, pero qué mal lo pasé. Consultando los mapas de rayos en alta resolución, creo que el último cayó a unos 700m. En fin... Tras unos 15min esperando a que pasase la precipitación para recoger los trípodes la actividad había desaparecido casi completamente. Estuve esperando unos minutos más pero ya empezaba a amanecer y no me quedaban muchas fuerzas así que ahí terminó todo. 

No hay nada más peligroso en cuestión de rayos que cuando una tormenta explota sin previo aviso sobre la zona donde uno se encuentra. La frecuencia de descargas en esos momentos no suele ser muy elevada y calculando el tiempo entre rayos se puede establecer una ventana de seguridad antes de la siguiente descarga. Esa ventana es la que suelo utilizar para recoger las cámaras cuando la tormenta está muy cerca, pero a veces falla. De repente tarda demasiado en caer el siguiente rayo, uno empieza a confiarse y el peligro aumenta. Esto es lo que me sucedió en la última zona donde estuve. Perdí el control de la situación y podía haber perdido mucho más. Personalmente prefiero tormentas más lejanas que me permitan trabajar con la cámara sin peligro, pero en otras situaciones no hay más remedio que asumir cierto riesgo. Esto no justifica lo expuesto que estuve. Infravaloré el peligro y además necesitaba resultados. Malísima combinación!!!

He estado en otras situaciones de alto riesgo pero esta se lleva la palma. No obstante me quedo con la experiencia vivida y muy disfrutada, exceptuando esos momentos de riesgo extremo, y también con la sensación de que es poco probable que me vuelva a exponer tanto teniendo la opción de no hacerlo.


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